Estamos en invierno y hay cosas que son normales para la época del año en que estamos. Es lógico pues que llueva aunque quizás no con esta frecuencia, hace aproximadamente un mes que no deja de hacerlo salvo en días contados en los que incluso puede aparecer un sol esperanzador cuya luz es más brillante y más nítida que nunca.
©Carlos Prieto |
Barcelona -cuando llueve- se descontrola, sus gentes se ponen nerviosas, malhumoradas y el tráfico se vuelve imposible. El orden desaparece y surgen los imprevistos. Aparecen los habituales paraguas cutres y baratos rotos por el viento o por su propia naturaleza en cualquier rincón de la ciudad -como éste en la Rambla- o en la papelera más insospechada.
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Estoy seguro que todo esto pasa porqué Barcelona y sus habitantes no estamos muy habituados a la lluvia, nos es engorrosa, cambia nuestros hábitos y nos entorpece.Aunque quizás la chica de rojo no piensa lo mismo, de todos modos…. no tiene aspecto de ser muy barcelonesa…
©Carlos Prieto |
bonitas imagenes de los dias de lluvia, la delparaguas pr el suelo me encnata
Me gustan las imagenes. La lluvia suele ser tambien muy inspiradora
Oscar, a mi también es de las que más me gusta, es muy poética y ilustrativa.
Marcelo, es verdad… además también puede traer otras cosas muy buenas que solo pasan esos días…