Al vagar por las calles repletas de gente de Vic, uno no sabe si se encuentra ante un mercado medieval o un mercadillo del rastro ante tanta afluencia de visitantes y curiosidad mostrado por los mismos.
y más si en una de las paradas podemos encontrar las espadas y dagas de Frodo, Aragorn y demás heroes de la trilogía…
Supongo que pensaréis que «frikadas» hay en todos los sitios. En otro ámbito menos anecdótico encontramos escudos heráldicos en el que sin duda podemos encontrar los «siempre» nobles orígenes de nuestros apellidos.
Y si uno desea algo con mucha fuerza y tiene fe, lo puede escribir y colgarlo en el «árbol de los deseos». No se como harán después para liberar de tanto deseo acumulado al sufrido olivo, no me gustaria a mi ser la percha sobra la que cuelgan los deseos de la gente.
Después de un buen paseo hay que comer, Escudella i carn d’olla más pan y vino por 6€.
O el típico entrepà de botifarra de vic.
En fin, una fantástica manera de pasar el puente es la de acercarse a vic. Si alguien ya se ha comprado la agenda del año que viene… ¡ya tiene algo que apuntar!
También se pueden revivir viejos oficios como el de herrero, entre otros.
Finalmente os añado una curiosa imagen tomada en los aledaños del mercado.
El día 1 de noviembre es la festividad de Tots Sants en Catalunya, en esa fecha además de rendir homenaje a los seres queridos fallecidos es costumbre ir als Forns, Pastisseries para comprar els panellets. Exquisitos pero carísimos, cada vez más.
El pastisser los coloca con esmero en las paperinas mientras los clientes de toda la vida esperan pacientemente.
Es en estos dias cuando el frío ya ha aparecido en Vic y es más dificil ver a la gente paseando por la Plaça como en otras épocas del año, especialmente cuando el sol ya ha desaparecido. Es época de terrazas ausentes, sillas amontonadas y parasoles inútiles.
Desde los acogedores bares, se puede observar a la gente pasear con cierto aire taciturno.
Es una atmósfera especial -encantadora- que con el paso de los días que nos llevan hacia el invierno solo hará que potenciarse.
Hace dos semanas que no he paseado por esa plaça y espero que llegue este sábado para ver que me encuentro en ella.
Creo que ya forma parte de mi imaginario vital y fotográfico.
Hacia un tiempo que tenía olvidada mi afición por subir fotografías realizadas en la plaça major de vic, no por falta de imágenes sino por distracciónes varias.
La retomo, en este caso se trata de una curiosa fotografía en la que el niño se está quitando el tambor, lo que le da un mayor dinamismo y un cierto aire de misterio al cubrirse su cara.